Desarrolla la inteligencia emocional de tus pequeños

Como la mayoría de los aspectos de la vida, la inteligencia emocional se aprende a desarrollar y los padres y madres jugamos un papel clave. La educación emocional es parte de la formación del niño y los ayuda a controlar las emociones y ser empáticos con los otros.

Para desarrollar la inteligencia emocional de los niños tenemos que tener en cuenta unos factores básicos. Así, tienen que aprender a identificar sus propias emociones y las de los otros. Por eso es importante encontrar el equilibrio entre el que le pasa al niño y aprender a controlarse y regularse.

También es importante aprender a expresar y canalizar las emociones para fortalecer las relaciones y que las emociones no manden sobre el niño o niña.

Aunque las emociones se van desarrollando durante tora la vida, cuando antes enseñamos a nuestros hijos e hijas a dominar -las mejor. Los expertos defienden que esta educación emocional se puede llevar a cabo a partir de los dos años y medio.

Es importante enseñar a los pequeños a pensar sobre sus emociones, a que expresen como se sienten e interpretar como se pueden sentir el resto. También es importante ayudar a canalizar las emociones, a expresarlas, fomentar la comunicación con padres, profesores y otros niños y niñas. Además tenemos que apostar para favorecer la empatía, ayudarlos y explicando la importancia de hacer amigos.

Tenemos que tener presente que los progenitores somos el principal pilar de aprendizaje de los niños y tenemos que actuar más y hablar menos. Por el que el comportamiento de padre y madres siempre tiene que ir en consonancia con el comportamiento del niño.

Cuando son más grandes podemos empezar a razonar con ellos, pero nunca cuando están enfadados o enrabiados. La conversación se tiene que hacer una vez estén tranquilos y relajados. En aquel momento podremos hablar con ellos e incidir en la importancia de comunicar los sentimientos.