Vivir en la incertidumbre

Niños y adolescentes han aguantado la incomodidad de las mascaretes, las limitaciones que imponían las burbujas y las restricciones de movilidad dentro de los centros educativos como unos campeones

La incertidumbre es el estado de falta de seguridad sobre el conocimiento, caracterizado por la duda. Se refiere a situaciones que implican información desconocida y se aplica a predicciones de acontecimientos futuros que crean inquietud.

Vivimos tiempos inciertos. Y las criaturas de todas las edades, también. Y no toca otra que aprender a vivir con este hecho.

Incertidumbres generales e incertidumbres personales que nos han sacudido a todos con mayor o menor mide este 2020. El virus es terco y nos recuerda continuamente que no somos los amos y que no podemos obviarlo y vivir como si nada pasara.
La Comunidad Educativa de todas partes ha sobrevivido a un primer trimestre complicado. El apoyo de la Administración ha sido escaso, pero la colaboración de alumnas, familias, maestras y equipos directivos, ha hecho posible que el balance final de un trimestre que empezó pleno de incertidumbres haya sido positivo y ha venido a demostrar que la presencialidad a la escuela es insustituible.
Si una cosa nos ha enseñado este 2020, es que las criaturas son más fuertes del que nos pensamos y más disciplinadas que los adultos.

Los niños y adolescentes nos han demostrado que son capaces de tomarse seriamente las advertencias y las normativas que los hemos impuesto. Han aguantado la incomodidad de las mascarillas, las limitaciones que imponían las burbujas y las restricciones de movilidad dentro de los centros educativos como unos campeones. Y se han quejado poco.

Aprovechamos estas fiestas de Navidad para felicitarlos por su comportamiento. Y para recordarlos que ante la incertidumbre hay que hacer exactamente el que han hecho: adaptarse y mantenerse firmes. Démoslos las gracias, porque este año nos han dado muchas lecciones de vida. Y animémoslos a continuar en esta línea, porque parece que el primer trimestre del 2021 no será sencillo. Quizás este año no han aprendido a dividir por dos cifras, o no han memorizado las capitales de comarca; pero han aprendido a convivir con la incertidumbre.

Y este aprendizaje no tiene precio.