En verano, cuando hace tanto calor, la única opción para hacerlo más pasador, es ponernos a remojo. En casa, usamos una piscineta hinchable que ocupa casi toda la salida que tenemos y que no nos mujer ninguna opción a nadar, de forma que hemos tenido que buscar maneras de entretenernos.
Si no tenéis lugar donde poner una, nuestras propuestas se pueden llevar a cabo a la bañera o, incluso alguna de ellas, en una gibrella un poco grande puesta a un balconet.
Aquí os pasamos a explicar los juegos que han tenido más éxito en casa nuestra a lo largo de los años.
Mesuretes
Este es un clásico muy interesante, puesto que poniéndolo en práctica, los más pequeños aprenden conceptos matemáticos como pleno-vacío, gordo-pequeño, la relación entre el tamany de los recipientes y la cantidad de agua que cabe, ayudan a anticipar las consecuencias del que pasará si ponen demasiado líquido a un recipiente lleno, a uno que tenga agujeros, etc. Toda una bandeja de experimentación científica bien fresqueta y divertida.
Flota o se hunde?
Una manera de experimentar a la piscineta puede ser investigar la flotación de los objetos que ponemos. En esta ocasión pondríamos un puñado de tapones de corcho muy limpios, unas pedretes de las que decoran acuarios, y algún objeto que tenga una densidad media, de forma que cuando lo eches se hunda pero que vaya subiendo hacia la superficie. Nosotros elegimos echar unos cubos pequeños de plástico con líquido adentro que sirven para congelar y poner a las bebidas sin aigualir-las.
Antes de echar los objetos al agua nos preguntábamos como se comportarían: si flotarían o se hundirían y si se quedarían al fondo o subirían hacia arriba. Todo un ejercicio de reflexión y anticipación. La parte más lúdica, ya os podéis imaginar, es pescar los objetos con un colador e irlos golpeando y empujando para ver como se comportan al agua.
Sopa de letras y colores
Consiste a poner a la piscineta moltlles de plastilina o de galletas de colores diversos, figuretes o letras de foam, desar platos o recipientes de colores a una silla y dar a los niños coladores o palas de cocinar para pescar los objetos que flotan y se escapan por el agua.
A partir de este planteamiento, y adaptando la dificultad del juego a la edad de los niños, las actividades pueden ser muy variadas: clasificar los objetos por colores, por temáticas, por formas... Una posibilidad que ofrece es la de trabajar vocabulario si decimos en voz alta el nombre del que desem. Para los más grandes, en caso de querer practicar letras y disponer de un abecedario de plástico, se puede jugar a composar palabras.
Remojar Panera de los Tesoros
Poniendo a remojo los objetos de la panera de los tesoros que lo permitan sin echarse a perder, los niños tendrán la oportunidad de descubrir nuevas calidades y nuevas relaciones entre ellos: los que flotan, los que absorben, los que retienen el agua en su interior, los que la dejan escapar lentamente... Una manera de ampliar las experiencias que nos ofrece este gran recurso pedagógico!
Lego al agua
Jugar con las construcciones habituales dentro del agua revuelve los parámetros a los que los niños están acostumbrados. En tierra, las estructuras construidas tienen siempre una base plana, que se aguanta por gravedad sobre el tierra y van creciendo hacia arriba. Pues bien, dentro del agua, estas construcciones se giran al revés, puesto que el peso de la construcción superior y la ausencia de fundamentos hace que no estén equilibradas. Descubrir como tienen que solucionar el problema los hace pensar muchísimo y, si los adultos tenemos la suficiente paciencia para respetar su ritmo de investigación y descubrimiento, asistiremos a la alegría que sienten cuando han sido capaces de solucionar un problema de manera autónoma.
El Lego al agua es una de las actividades más pedidas a casa. Se tiene que tener cuidado, pero, al elegir las piezas que no estén decoradas, puesto que no sabemos si pueden destenyir, y también hay que vigilar con las aristas, puesto que si las pisan pueden hacerse daño y reventar la piscineta.
Animales a la piscina
Una opción que transforma la narrativa de las aventuras que viven, es llenar la piscineta de animales Bajan por ríos, nadan por lagos, descubren grutes subterráneas, llegan a islas, aprenden a nadar y mil variantes más que el nuevo medio los inspira. Poner los animales a remojo es abrirlos la mente a nuevas aventuras que habitualmente no se los acuden en un ambiente seco.
Cuineta acuática
Parar mesa, cocinar y preparar los menús encima de bandejas y platos que flotan es una fresca e innovadora manera de jugar a cuinetes. Si bien jugar con la cuineta no es nuevo, el lugar donde juegan los obliga a controlar que las superficies de trabajo, en nuestro caso, los platos grandes y las bandejas, tengan el mínimo posible de agua, puesto que sino, por su propio peso se irán hundiendo. Todo un ejercicio de contención y equilibrio.
Torres inestables de vasos y cd's
La última actividad que presentamos también ha tenido éxito en repetidas ocasiones en casa. Se trata de ofrecer a los niños bandejas donde tienen que construir las torres que quieran combinando cd's y vasos de plástico. Parece fácil pero no lo es nada, dada la inestabilidad de las bandejas sobre el agua en constante movimiento por los desplazamientos de los niños. Se puede ofrecer la opción de construir torres con vasos llenos de agua a varias medidas para así practicar con las cantidades y los contrapesos. O la opción de ir llenando las construcciones un golpe ya hechas con agua para ver qué pasa Hace falta paciencia, buen humor, espíritu de experimentación y resistencia a las salpicaduras para disfrutar de este juego, pero es muy interesante y divertido.
Esperamos que estas propuestas os aporten ratos de juego fresquet e interesando para disfrutar todavía más las vacaciones con vuestros hijos y sobre todo, sobre todo, sobre todo, no dejáis nunca los niños sólo cerca de un recipiente grande con agua, ni que sea por unos segundos
Entradas del blog Manitas y cositas donde encontraréis estas experiencias relatadas tal y como las disfrutamos nosotros: