Tanto si sois de triturados cómo si sois de trozos, las dos opciones son igual de válidas, es vital que la dieta sea sana y equilibrada, muy rica y diversa.
Esto beneficia tanto los adultos cómo los niños y os daréis cuenta enseguida si seguís las propuestas del médico o del nutricionista. Si vuestro hijo sale comedor, disfrutará con la fruta y con el pan, con el arroz y con la verdura, con la sopa y con la pasta, con las legumbres y con el pez. Cuanto más variedad, mejor, pero siempre con la base a una dieta sana y equilibrada, huyendo de los dulces, de los caramelos y de los fritos.
Y no olvidáis nunca ni la leche ni el agua, y tengáis siempre en cuenta que vosotros también tenéis que comer de manera sana, con las manos netas, con una buena postura, con elegancia a la tabla y agradeciendo cada uno de los alimentos. Y dejadme añadir un elemento que por mí es importante: no correo y que vuestros hijos no corran demasiado, que la comida se tiene que digerir bien.