Los beneficios de las cerezas

Se caracterizan por su intenso color y brillantez, su dulzura y por ser muy jugosas

Las cerezas son una de las frutas estrellas de la primavera y del verano y disfrutan de mucho éxito entre grandes y pequeños. La cereza tiene un gusto muy particular y una textura única, muy diferente al resto de frutas.

Este producto gastronómico se caracteriza por su intenso color y brillantez, su dulzura y para ser muy jugosas, pero además aportan varios beneficios para todas las edades. Su consumo es muy fácil, puesto que únicamente se tienen que limpiar y retirar el hueso, una vez ya las estamos comiendo o antes. Comer cerezas asegura una aportación en fructosa y fibra, además de vitaminas C y A, antioxidantes, potasio y calcio, nutrientes que tienen una afectación sobre nuestro cuerpo.

Cómo nos afecte el consumo de las cerezas

Las cerezas son ricas en antioxidantes y ayudan a mantener jóvenes la piel y las articulaciones. Los antioxidantes que aporta la cereza y que la dotan de este color estabilicen el colágeno y la elastina de las articulaciones, venas y arterias y contribuyen a mantener la elasticidad.

La vitamina C, el betacaroteno, el licopeno y las proantocianidinas que aportan mantienen las funciones protectoras de la piel ante las agresiones externas, como el sol, la contaminación y la deshidratación, entre otras.

Del mismo modo las antocianinas que dejan las cerezas en nuestro cuerpo son antiinflamatorias con una acción de bloqueo de un tipo de enzimas denominadas ciclooxigenasas, que intervienen en la aparición de la inflamación y del dolor.

Truco para conservarlas

Las cerezas son una fruta de temporada y la mejor manera de conservarlas son en el interior de la nevera hasta su consumo. Además, si las guardamos con la colita que traen, evitaremos que estas se desangren y que pierdan el zumo que las hacen únicas.

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