Los niños de la Generación Z y sus padres

El concepto de la palabra generación hace referencia a un grupo de individuos que conviven en un mismo espacio de tiempo.

La Generación Z, que designa a los niños y jóvenes nacidos entre el 1995 y la actualidad, y comparte muchos disparos con la generación de sus padres.

La Generación Z está hiperconnectada desde el minuto cero.

De hecho, sus ecografies han sido viralitzades en las redes sociales por sus padres, por lo tanto, no nos tiene que extrañar que sean, también, los niños más narcisistas y malcriats de la historia, cosa que no nos tiene que hacer caer en la trampa de hacer juicios de valor simplistas. Por lo tanto, para entenderlos habrá que tener en cuenta todas estas consideraciones.

Así pues, y según los estudios sociológicos más recientes, estos son los disparos fundamentales de los niños y adolescentes de hoy en día:

Aspectos positivos de la Generación Z

  1. Son nativos digitales: no los asustan los adelantos y se mueven sin miedo, rodeados por las nuevas tecnologías.
  2. Gestionan mejor la hiperactividad y la sobreestimulació. Tienen más facilidad para trabajar en equipo y hacer varias cosas simultáneamente.
  3. Prefieren la imagen a la palabra y son bastante creativos a la hora de trabajar con conceptos y reclamos visuales.
  4. Son hijos de la globalización. El mundo está a su alcance.
  5. Están más concienciados por la sostenibilidad del planeta. Son más cuidadosos y mucho más respetuosos con el entorno que sus predecesores y están más sensibilizados al respeto.
  6. Sus padres, los mil.lenials, son la generación más muy preparada de la historia; los ayudan fuerza y tienen criterio suficiente para complementar su educación con actividades extras adecuadas.

Aspectos negativos de la Generación Z

  1. Crianza. Crecen con la creencia que son especiales. Los educan a pensar que lo pueden conseguir todo si se lo proponen. Se frustran con facilidad, por eso reclaman medallas de participación aunque queden los últimos en una competición.
  2. El exceso tecnológico y el afán para tener likes a veces los trae a vivir de cara la galería. Su competencia digital es inversamente proporcional a la competencia en relaciones personales entre iguales, que los cuestan más de gestionar porque siempre quieren ser el centro del mundo.
  3. Crecen en uno en torno a impaciencia, porque cuando quieren algo, Amazon se los proporciona de forma instantánea. Se descargan series enteras sin tener que esperar los capítulos de la semana siguiente y lo pueden tener todo de forma inmediata.
  4. Viven en un entorno corporativo donde nadie los ha enseñado a menearse. Se sienten más seguros con las relaciones virtuales.
  5. Laboralmente se ven desbordados por una competitividad que se impone y dónde no hay medallas de consolación.

A menudo nos quejamos que son malcriats, egoístas y que no saben esperar.

Sus padres no son ni mejores, ni peores del que fuimos nosotros o nuestros abuelos. Simplemente son fruto de una época donde los imputs que reciben son diferentes. Viven inmersos en una sociedad de consumo donde los artículos destinados a cuidar a las criaturas se han multiplicado por mil, donde hay revistas y páginas web especializadas al dar consejos a padres y madres tempranos y donde las últimas tendencias imponen una dinámica de la cual es difícil huir.

En definitiva, son criaturas sobreprotegides que van con cinturón de seguridad en todas partes, traen cascos protectores, rodilleras y artilugis de todo tipo que los evitan resbalones, golpes y accidentes diversos. Están rodeados de muebles ergonómicos, de humidificadors de aire para evitar alergias, de tierras blandos para evitar rascaduras y cantoneras almohadilladas para ahorrar trompades.

Los tenemos distraídos continuamente para que no se aburran, los damos explicaciones para todo y los allanamos el camino continuamente para que sufran el mínimo posible... Queriendo lo mejor para ellos los convertimos en personas emocionalmente inestables y su bienestar depende de que el entorno siempre esté a su grato.

Pero no tenemos que olvidar que también traen horarios frenéticos y que a menudo están sobresaturados de actividades que los dan poco margen de maniobra.

Por eso es importante que al final recordamos que el sentido común es lo más preciado de todos los sentidos. Hay complicidades y dinámicas familiares que a pesar de que el paso del tiempo traspasan generaciones. Compartir conocimientos y experiencias entre miembros de diferentes generaciones es lo más enriquecedor que hay.

Tanto se vale si formamos parte de la Generación Z, X, Y o M! Cuando las generaciones se juntan y aportan lo mejor de lo mejor de cada una, todo acaba teniendo sentido.

Las relaciones entre abuelos, padres e hijos son una de las mejores fuentes que los podemos ofrecer a los niños y niñas de hoy porque crezcan con valores que los tienen que servir hoy, mañana y siempre.