Durante el embarazo es muy normal que a las mujeres se los inflen las piernas, los brazos y las manos, sobre todo si la futura madre pasa muchas horas de pie. Este fenómeno es más notorio durante las últimas semanas del embarazo. Este hecho se da, puesto que el útero comprime los vasos sanguíneos y complica el regreso de la circulación.
Para tratar esta inflamación fruto de la retención de líquidos, tendremos que hacer el reposo poniendo los pies en alto. También podemos rebajar la inflamación con masajes que siguen la reguera sanguínea. No usaremos ropa que limiten la circulación, como calcetines que compriman y faldas o pantalones demasiado ajustados. También podemos activar la desinflamación paseando cada día evitar los alimentos dulces, los que son demasiado salados, los que tienen muchas proteínas. Nos ayudará a mejorar la circulación beber un vaso de agua en ayunas.
Si la inflamación persiste y se acompaña de dolor de cabeza o visión borrosa, habrá que ir al médico, así como si existe dolor o escozor al orinar, puesto que podría haber una infección urinaria y se tiene que tratar lo antes posible.