Miedo qué nos preguntamos cosas

Libro recomendado por las Bibliotecas de Sant Cugat

Cuando un niño aprende a preguntar "por qué" nunca más abandonará estas palabras. Las preguntas son pinzas para sujetar objetos desconocidos, claves para abrir puertas secretas y lupas que nos permiten ver aquello que está oculto.

Al fin y al cabo, como todos sabemos, "por qué" no es nada más que la abreviatura de "Ábrete Sésamo". Y cuando pronunciamos estas palabras nunca sabemos el que podemos encontrar.

Este libro que ha llegado a nuestras manos y que mi hija Tània (de 9 años) ha leído con avidez, ha sido, por encima de todo, un libro "inesperado". El que hemos encontrado adentro es tanto diferente del que esperamos de los libros infantiles los cuales estamos acostumbrados, que realmente acontece una sorpresa mucho y muy gratificante.

Nada es como parece. El que parece realmente es que nos disponemos a leer sobre algunas preguntas que perfectamente se podría hacer un niño. El que encontramos escrito es diferente, entre poesía y filosofía, la respuesta a la pregunta acontece pura creación fantástica, dulce y tierno, con el objetivo no más lejano que el de traer a los niños y niñas a reflexionar sobre las cosas fundamentales de la vida. El que se ha leído es un trampolín a mil opiniones, debates y buscas de un posible mensaje o significado oculto que cada pequeño relato nos brinda picando el guiño.

Las ilustraciones, por otro lado, hablan por sí suelas: medio reales, medio abstractos, medio fantásticas, como la vida misma, que quizás pretenden inspirar, emocionar o tejer el pensamiento de los niños hacia lugares o rincones insospechados.

Recomiendo leerlo despacio, como indica en alguno de sus relatos, saboreando las palabras, las emociones y los pensamientos. Quizás un relato por día, con el acompañamiento de un adulto; puesto que algunos relatos pueden parecer, en algunas ocasiones, vacíos de significado, si no se leen con una mente muy abierta.

A pesar de que es un libro a partir de los 7 años, pienso que algunos relatos son más adecuados y se puede sacar más zumo si el niño es algo más grande, quizás a partir de los 9 años.

Esperamos que os guste tanto como nosotros, aquí os dejo un pequeño fragmento ilustrativo:

"Las olas vienen y van,

van y vienen

para recordarnos

que todo regresa,

no importa de qué modo.

Nada se va para siempre".

Miedo qué nos preguntamos cosas

Autores: Victoria Pérez Escrivá y Javier Zabala 

Barcelona: Thule, 2013

A partir de los 7 años.