Una propuesta de Mamarecicla
Quién ha dicho que los niños no saben coser? O que es peligroso por ellos? Quizás a los 2 o 3 años todavía no sea el momento para hacerlo, pero a medida que vayan creciendo se los puede ir introduciendo en el arte del hilo y la aguja, que exige grandes dosis de concentración, paciencia y destreza manual. Aquí os dejamos algunas propuestas del que hemos ido probando en casa
1. Cartón agujereado
Si agujereamos un cartón grueso por el suyo cercando y damos a los niños una aguja de punta redondeada y un trozo de lana gruesa, ellos podrán ir probando de hacer entrar y salir el hilo por los foradets y crear así un marco para una foto o un dibujo.
2. Búho almohada
Si damos a los niños un trozo de tejido o fieltro estirado en un aro de madera, y una aguja con lana, ellos podrán ir jugando entrega de pasarla hacia arriba y hacia abajo. Esta tela la podemos recuperar y transformar en un búho de almohada, cosiéndola por los lados, cosa que los hará sentir muy orgullosos!
3. Comer de fieltro
Podemos pasar un rato muy divertido cortando diferentes alimentos en trozos de fieltro, rellenándolos con algodón y cosiéndolos después con lanas de colores vivos.
4. Caballo de palo
Cuando ya sueño algo más grandes, los podemos ayudar a recortar (en duplicado) la silueta de la cabeza de un caballo en un tejido viejo y a coser las dos partes con un hilo d¡un color vivo. Si cosemos unos botones para hacer los ojos, lana o tejido deshecho para hacer los cabellos, lo rellenamos de algodón o un trapo viejo y ponemos un palo grueso a aguantarlo todo, tendremos un bonito caballete de palo para hacer las carreras más osadas!
5. Varilla mágica
Para hacer una varilla de hada, podemos seguir las mismas pasas del caballo de palo, pero cortaremos la silueta de dos estrellas. Podemos hacer después un foradet (con una varrina) en el palo y pasar el hilo con que hemos unido las dos estrellas, porque no se separen.
6. Espumillones de fieltro
Si hacemos una plantilla en cartón y cortamos después triángulos de fieltro de diferentes colores, los podemos enlazar de manera muy sencilla con unas patadas de lana, dando un nudo antes de cada banderín para mantener la distancia. Podemos hacer otros espumillones enlazante corazones, hojas de otoño o el que queramos.
7. Dibujos bordados
Cuando ya sueño crescudets, hace mucha gracia calcar un dibujo de ellos, de cuando eran pequeños, en un trozo de tejido y enseñarlos a hacer el punto atrás resiguiendo las líneas. Así tendrán una almohada llena de recuerdos.
Con estas propuestas esperamos que perdéis el miedo a las agujas y os tiráis a coser!