"Mamá, tengo miedo que haya una guerra"

Mi hija de 9 años está visquent desde este verano, una nueva dimensión del mundo de las noticias, y empieza a entender que estas noticias son importantes y nos afectan profundamente.

Primero fue el atentado en Barcelona, por mucho que intentamos no exponerla en noticias o imágenes de televisión o diarios, inevitablemente, vio, sentir, y nos sintió hablar a nosotros. Finalmente tuvimos que tener una charla con ella, pues estaba muy preocupada que el terrorista viniera a casa nuestra, en nuestra ciudad y nos pusiera una bomba.

Hace pocas semanas, inevitablemente y sin yo saberlo, la encontré ante la televisión concentrada viendo  imágenes sobre las cargas policiales a personas que votaban el día 1-O a diferentes lugares de Cataluña. Yo le apagué la televisión pero el mal ya estaba hecho. Me preguntó: "Mamá, por qué la policía está haciendo daño a la gente? Que la policía es mala?"

Manos a la obra pues. Sabía que aquello no tan sólo lo había impresionado por la crudeza de las imágenes sino que le había roto todos sus pequeños esquemas del que se le había enseñado que era la policía hasta entonces: "la policía es buena, la policía nos protege, si te pasa algo, busca a un policía, truca a la policía...". Vi que estaba asustada, si la policía ya no era buena, quién nos protegería? Y si la policía nos pegaba para ir a votar, por qué más nos pegaría? Aquel día tuve que volver a sentar con Berta y tener una larga charla. Tuve que tranquilizarla y le dije que la policía era buena y nos seguía protegiendo pero que aquella policía en concreto naturalmente que lo había hecho mal, muy mal, porque había hecho uso de su fuerza y había hecho uso de la violencia para llevar a cabo su trabajo y esto no estaba nada bien. Por eso nosotros pediríamos que castiguéssin a estos policías que lo habían hecho tan mal. Le expliqué que, como todo, hay gente que hace bien su trabajo y gente que no la hace bien, pero que en el caso de la policía era muy grave porque havíen hecho uso de la violencia y esto no se podía permitir nunca. Le remarqué que a pesar de todo no teníamos que desconfiar de todos los otros policías que sí que la hacen bien, poniéndole como ejemplo, los policías que cogieron los terroristas y nos protegieron. Pareció que lo va medio entender.

Ayer, a las 21'30h de la noche sentimos un ruido de cassolades a la calle y Berta me preguntó: "Mamá, que pasa que hacen cassolada?". Le respondí que no lo sabía, estaba poniendo a mis hijas a la cama. A la cabeza de un momento me trucó mi padre y me dijo que habían encarcelado a Jordi Cuixart y a Jordi Sánchez, se me cayó el mundo a los pies. Mi cara era un poema, la cara de Berta era de miedo, "mamá, que ha pasado? qué ha pasado? se ha muerto alguien?", "no hija, tranquila, es que han puesto en la prisión a dos personas, no pasa nada, venga a la cama". Pero ya había hablado demasiado, hablé demasiado, supongo, porque me contestó: "Mamá, tengo miedo..." Mi hija se aguantaba la sábana con las manos tapándose hasta la barbilla, con su muñeca de peluche al lado, y me supo mucho grave. Y cómo explicamos todo ello a los niños y niñas? Y como los tranquilizamos?

La abracé muy fuerte, le dije: "Berta, digas, de que tienes miedo?" y me contestó, "de que haya una guerra". Los niños y niñas son muy llestos (pensé, más del que nos pensamos, perciben el ambiente, el que está pasando a pesar de que no lo parezca), "tengo miedo que nos encarcelen". Yo le contesté: "Berta, entiendo que tengas miedo porque nos ves a nosotros un poco preocupados, o nerviosos. Voces que pasan cosas, y voces que no estamos contentos con el que está pasando y el que está pasando con Cataluña y España. Pero quiero que sepas, que no nos encarcelarán, y que no habrá ninguna guerra, quizás habrá muchas manifestaciones y manifestarse está bien porque es quejarnos del que no nos gusta. Quizás verás a la gente preocupada porque es un momento un poco difícil pero esto no quiere decir que habrá ninguna guerra ni que nos encarcelarán. No tienes que sufrir por eso Berta, los niños y niñas os tenéis que preocupar de ir a la escuela y de vuestros pequeños problemas y nosotros nos ocuparemos de los problemas de los grandes, esto es todo. Te parece? Sabes que te estimo oi?"

Así acabamos nuestra conversación, no sé si hice bien o no, no sé si eran las palabras perfectas, pero sé que tan sólo estamos al inicio de muchos momentos como estos, de muchas incertidumbres, de muchos "tengo miedo" de nuestros hijos o "no lo entiendo" o de mil preguntas para entender algo.

Hace falta que nos preparamos y dedicamos siempre un espacio a nuestros hijos e hijas primero para escucharlos, después para validarlos ("entiendo como te puedes estar sintiendo"), después para hablar, hablar mucho y mucho, tranquilizar, todo el que podamos, y sobre todo, puesto que el entorno es tan inestable, el que tiene que ser estable es nuestra protección, nuestro amor. Demuestramos-lis, decimos-lis que los estimamos, que estamos aquí para protegerlos, para estimarlos, y seguimos con las mismas rutinas que se los dan seguridad.

Y un último consejo, cuando os confiesen sus angustias y miedos, nunca, nunca se las treieu importancia, quizás por nosotros pueden ser una tonteria, por ellos pueden ser muy reales.