Mi hijo es lo más bajito de la clase

El meu fill és el més baixet de la classe- Pares i Nens

La altura o talla final de una persona está determinada por varios factores. El más importante es sin duda la genética que nos ha tocado (es poco probable que nuestro hijo crezca hasta el metro noventa si ninguno de los dos padres pasa del metro setenta), pero sí que es verdad que otros factores como una buena alimentación y unos buenos hábitos de actividad física y de descanso nocturno pueden influir positivamente en la talla final de una persona.

Cuando unos padres vienen a la consulta diciendo que su hijo o hija es lo más bajito de la clase, o bien creen que no crece bastante, el primero que hacemos los pediatras es "verificar los datos": comparamos la altura y el crecimiento de la criatura con el resto de niños de su misma edad y sexo, y así podemos saber si se encuentra dentro de los parámetros normales de talla (los padres creen que es demasiado bajito pero en realidad tiene una altura normal), o bien si hay un problema real de talla baja o de crecimiento lento que hay que investigar la causa. Las curvas de crecimiento son la herramienta que utilizamos para hacer esta comparación:

El meu fill és el més baixet de la classe, m'he de preocupar?- Pares i Nens

Los percentils de crecimiento y su interpretación:

Las diferentes líneas corresponden a los percentils (3, 10, 25, 50, 75 y 97).

Un percentil expresa el tanto por ciento de población que, siendo normal, se encuentra por debajo de esta línea. Así, si la altura de un niño se encuentra en el percentil 25 quiere decir que el 25% de los niños normales de la misma edad y sexo son más bajos que él.

El percentil 3 de peso y altura se utiliza habitualmente como límite de alerta, a pesar de que un 3% de los niños y niñas normales tienen un peso y una altura por debajo de esta línea.

Por otro lado, no es el mismo ser lo más bajito de la clase a primero de Primaria que serlo a primero de ESO. Probablemente al niño o niña de primero de primaria no le preocupará, pero al niño o niña de primero de ESO lo puede afectar a nivel emocional si se compara con sus compañeros más altos, que quizás ya se afeitan en el caso de los niños, o con sus compañeras más altas, que tienen pecho y ya tienen la regla en el caso de las niñas. El pediatra tampoco los valorará igual.

Al niño o niña de primero de ESO el pediatra no sólo colocará su altura en la gráfica de crecimiento, sino que también valorará el estadio de desarrollo puberal en el que se encuentra, porque tanto los niños como las niñas hacen un tirón con los cambios puberals, y no todos experimentan estos cambios a la misma edad. Por lo tanto, un niño de aspecto todavía infantil, sin ningún cambio a nivel puberal, todavía tiene que hacer el tirón, y no se puede comparar con un niño que ya lo ha hecho.

Un golpe valorados estos aspectos, quan los pediatras sospechamos que la altura de un niño o niña es demasiada baja…:

Los problemas de salud que pueden provocar talla baja conforman un amplio abanico de diagnósticos. La causa más frecuente continúa siendo la talla baja idiopàtica (o sea, cuando después de hacer pruebas y más pruebas, no hemos sido capaces de llegar a un diagnóstico concreto). Ciertas enfermedades endocrinològiques (como el déficit de hormona de crecimiento o el hipotiroidismo), enfermedades digestivas (como la enfermedad celiaca), enfermedades renales o defectos en algunos cromosomas, pueden provocar un crecimiento inadecuado o insuficiente.

Si vuestro pediatra ha confirmado que vuestro hijo/a tiene una talla baja o no crece a la velocidad que tendría que hacerlo, muy probablemente os pedirá de hacerle una radiografía de la mano (para valorar la maduración de los huesos) y una analítica de sangre para estudiar algunas de las causas mencionades antes. Habitualmente, el pediatra endocrinòleg será el especialista encargado del seguimiento de los niños con crecimiento anormal: completará el estudio con pruebas más específicas e indicará, en algunos casos, tratamiento hormonal específico para corregir el déficit de crecimiento.