A qué psicólogo traigo a mi hijo?

A quin psicòleg porto el meu fill?- Pares i Nens

Me siento en la necesidad de escribir este artículo porque he visto que muchas familias traen a sus niños en centros psicológicos sin ni tanto sólo saber desde qué línea trabajarán o abordarán los problemas o problema de sus hijos.

Algunos, los que menos, pueden inclús saber, en qué línea trabaja el centro o el profesional, pero tienen poca información sobre cómo se trabaja desde aquella vertiente. Cuando hacen la primera entrevista con el psicólogo, normalmente tampoco hacen ninguna pregunta relacionada con la línea de trabajo, el que es muy importante.

Aquí os hablaré un poco porque poded, cuando menos, tener unas cuántas ideas, un pequeño esboç de cómo se trabaja en la mayoría de centros con los niños, por qué podáis escoger el que pensáis que mejor converge con sus problemas y con vuestra familia.

Durante muchos años, imperó en la psicología la línea proveniente de Freud , la línea Psicoanalítica. Y a pesar de que os parecerá una línea muy lejana y antigua, casi arcaica, ha sido importantísima por la psicología y el conocimiento del comportamiento y la mente humana, ha supuesto un gran adelanto. En contraposición, también ha sido siempre fuertemente criticada por la carencia de un conocimiento extraído dentro de los parámetros estrictos del método científico, y no por eso no ha dejado de suponer un antes y uno después dentro del conocimiento de la mente y el comportamiento humano. Constructes como el inconsciente, la psicosis y la neurosis son hereditarios de este gran hombre, Freud, donde todo su conocimiento se basó en la experiencia clínica.

El psicoanálisis, terapia que se centra en la causa del síntoma, considerada a menudo escondida a la conciencia y reprimida al inconsciente, actualmente en plena vigencia, sigue siendo para muchas personas una buena alternativa como terapia. No obstante, sí que es cierto, que ante otras terapias que han acontecido del método científico y se han centrado en el tratamiento del síntoma, como la Terapia Cognitiva-Conductual, ha sido cada vez más desplazada y arrinconada en un espacio más pequeño (a pesar de que justo es decir, que actualmente inclús la terapia cognitiva-conductual está siendo modulada, cuando menos, por la nueva línea terapéutica Mindfullness).

Dentro de la línea que denominamos psicodinàmica o psicoanalítica, aquella que proviene del psicoanálisis de Freud, han acontecido otros muchos tipos de terapias breves (pues un psiconanàlisi "puro" dura unos 10 años y se tiene que ir de 4 a 5 golpes por semana a sesión), que adaptándose a los tiempos, han ido estructurando terapias donde no tanto sólo se han ido modificando sino también actualizando y modernizando en la teoría original. De aquí, por lo tanto, surge la PSICOTERÀPIA PSICOANALÍTICA que se hace con niños y niñas, una terapia de una sesión semanal, por ejemplo, y poco tiene ya a ver con el psicoanálisis puro y original de Freud (a pesar de que se continúa tratando la causa del problema y no el síntoma).

Por lo tanto, el primer mito que hay que echar por tierra es, si mi hijo va a un psicólogo psicoanalista hace psicoanálisis? Nooooooo! Si el centro es de línea psicoanalítica mi hijo hará psicoanálisis? Nooooo! El que hará es una Psicoteràpia psicoanalítica.

Qué diferencia la psicoteràpia psicoanalítica de la terapia cognitiva-conductual?

La terapia cognitiva conductual trabaja el síntoma mientras que la psicoteràpia psicoanalítica trabaja la causa. Por ejemplo, si tu hijo está angustiado, a la psicoanalítica se intentará trabajar sobre el que lo ha podido angustiar mientras que en la cognitiva conductual le enseñarán por ejemplo a relajarse.

Otro ejemplo, si mi hijo se hace pipí a la cama. En la terapia psicoanalítica intentarán entender el por qué mientras que en el otro intentarán hacer un tratamiento por que no se haga.

En la terapia psicoanalítica piensan que el síntoma desaparecerá cuando se trate la causa, en la cognitiva conductual piensan que los cambios de comportamiento traen a cambios en las emociones y que las causas muchos golpes también acaban siendo eliminadas de retruque.

Son como dos caras de la misma moneda, todo se acaba interrelacionando, unos lo tratan por un lado otros por otro.

En la terapia cognitiva-conductual pues se incide en produïr cambios en los pensamientos y comportamientos de la persona.

Cuál es el método de trabajo?

El método de trabajo es muy diferente y los niños y niñas lo sienten como mucho diferente. Se ha criticado y se ha arrinconado mucho en los últimos años a la psicoteràpia psicoanalítica versus la cognitiva-conductual, porque se considera que la psicoteràpia psicoanalítica es más lenta mientras que en la cognitiva-conductual los resultados son más rápidos. No obstante, haría falta después ver, si estos resultados tanto rápidos son o no duraders, así como el hecho de si el tipo de terapia se adiu a nuestra manera de ver las cosas así como al problema y manera de ser de nuestro hijo (esto lo reflexionaremos más adelante).

La cognitiva conductual es intervencionista, es directiva y por lo tanto los resultados también acontecen más rápido mientras que la psicoteràpia psicoanalítica no es intervencionista, no es directiva, es el niño y sus emociones quienes marcan las sesiones, los cambios no son concretos y son más lentos, pero también puede ser que sean más duraders y que no dependan de estar continuamente aplicando unas técnicas. Se trata de un cambio interno en el niño o niña, en sus emociones, que le produce un bienestar, que la ayuda a superar una situación concreta o a hacer frente a la vida de otro modo.

En la terapia cognitiva-conductual se entrenan técnicas, se marcan objetivos, se trabaja con el refuerzo positivo y negativo, con las consecuencias o los límites y con la ayuda de la familia.

En la psicoteràpia psicoanalítica se trabaja a través del juego, donde los niños y niñas proyectan su mundo interno, la palabra o el dibujo. De este modo los niños, aparte de ser en un espacio donde son aceptados tal como son sin ser juzgados, tienen experiencias de juego donde el inconsciente está presente y donde el terapeuta lo puede observar, escuchar, analizar y trabajar con él, aportando una nueva experiencia a través del vínculo, que le será "terapéutica" y lo ayudará.

Qué terapia es mejor por mi hijo?

Esto es difícil de decir. Yo he pasado toda mi carrera estudiando en la línea cognitiva-conductual y en cambio hice el máster en psicoteràpia psicoanalítica porque me parecía que intentaba comprender mejor las emociones humanas. El que pienso es que depende del problema y depende del niño así como de la familia. Ahora se me echarán encima todos los psicólogos puristas de ambos formaciones pero yo siempre he sido bastante ecléctica, a pesar de que he trabajado en la clínica desde la psicoteràpia psicoanalítica.

Cuando un niño o niña está muy tocado a nivel emocional, ha sufrido por ejemplo abusos, bulling, está muy deprimido o necesita mucha comprensión etc... pienso que la acogida emocional que le puede aportar la psicoteràpia psicoanalítica no le da la cognitiva conductual, como mínimo en un inicio.

Mi hija sufrió bulling de pequeña, estaba fuera de sí, deprimida, con unos dolores abdominales sin causa biológica, a casa estaba muy agresiva etc... la traje a una psicóloga psicoanalista, depués de un año parecía otra, sus emociones se equilibraron, fue como un bálsamo, necesitaba sacar todo el que sentía, dudo mucho que en una terapia cognitiva-conductual, donde la causa no es el importante pudiera haberse sentido comprendida igual, incondicionalmente, sin ser juzgada, sin la necesidad de cambiar pensamientos y emociones, tanto sólo escuchando, como se hace desde la psicoanalítica, y creando una nueva experiencia "no traumática" a través del vínculo.

En cambio, cuando 2 años más tarde estuvo mejor y ella sentía que todavía tenía inseguridad en el momento de relacionarse la traje a una psicóloga cognitiva-conductual para potenciar la autoestima y entrenar habilidades sociales y autonomía. Fue bastante bien.

Pienso que no nos tenemos que casar con ninguna línea terapéutica, los hijos es el que importa, quizás en un momento necesitarán algo y en otro otra. Yo misma en mis sesiones terapéuticas tampoco he sido estricto en mi línea si esto me ha hecho peligrar, por ejemplo, el vínculo con el niño o el buen funcionamiento de la terapia. No tenemos que perder de vista que las terapias, los métodos, las teorías, son los instrumentos que nos permiten llegar al objetivo final que es ayudar al niño y a su familia, si en algún momento tenemos que saltarnos las normas, ser flexibles, etc... no es importante, el importante es él y su mejora. Esto no lo tenemos que perder de vista nunca.

Por último, si tenemos alguna duda, estamos en nuestro derecho de ir a entrevistarnos con los centros que creemos que pueden ayudar a nuestro hijo, pedir que nos expliquen como trabajan, hacer las preguntas adecuadas, y desde nuestra intuición, como vemos nosotros el que le puede ir bien, tanto a nuestro hijo o hija como nuestra familia, decidimos. Siempre nos podemos equivocar, el hecho de decidir libremente comporta este riesgo, pero siempre decidimos pensando que hacemos el mejor por nuestros hijos y por lo tanto, en esto no nos equivocamos nunca.