Niños que prefieren jugar sólo

Infants que prefereixen jugar sols- Pares i Nens

Vivimos en una sociedad en que la soledat no está muy ver. Si decimos de alguien que "es una persona solitaria" no suena precisamente como un requiebro. La soledad y la introversión se asocian frecuentemente con la debilidad, la tristeza y la carencia de recursos... Se cree erróneamente que si alguien está solo/a es porque no puede o no sabe atraer a de otra gente al suyo cercando. Por el otro lado, vivimos en una exaltación de la extraversió y la socialización...Las redes sociales son un clarísimo ejemplo: cómo más amigos/seguidores tienes a Facebook o IG, más valía tienes.

Esta tácita creencia de que la soledat es algo negativo nos acompaña en muchos ámbitos de la vida y el juego también es un ejemplo. Acostumbramos a sentir la frase "mi hija prefiere jugar suela"... con un tono de pena y resignación. Y no tendría que ser así.

Para empezar, hasta los 3 años es perfectamente natural que lo/la niño/a juegue predominantemente suele/a o sólo con los progenitores. Se trata de una etapa en que el niño tiene que lograr una serie de hitos previos a la socialización. Obviamente se establece un vínculo y una afección muy importante verso los padres, madres y familiares más cercanos, pero no se puede hablar de socialización de forma amplia. En esta edad los niños se relacionan entre si, pero en la mayoría de casos no se produce una verdadera interacción: se observan, se imitan, intercambian palabras, se sonríen, empiezan a entender las emociones...es un paso previo del que vendrá más adelante. En este momento pues, es normal que el juego sea un acto más individual o limitado al círculo familiar.

Más adelante, a partir del 3 ó 4 años, con la consolidación de el lenguaje y el desarrollo de la inteligencia emocional, despacio crece la interacción social y el juego colectivo. Aún así, que el niño continúe prefiriendo el juego en solitario no quiere decir que esté aislado. En primer lugar, puede ocurrir que el niño no se sentido atraído/a por los tipos de juego que se practica. En muchas escuelas, el juego predominante en los momentos de ocio es el fútbol... pero que pasa si a mí no me gusta? También puede pasar que el momento de ocio sea el único instante en que el niño tenga un momento para estar solo y que lo aproveche. Cada persona tiene una personalidad diferente y hay que profundizar un poco para entender qué pasa. Además el juego, aunque muy importante, es sólo una actividad de las muchas que hacen los niños:  alguien puede preferir jugar solo y, en cambio, buscar compañía en otros momentos del día. La mejor manera de entender por qué pasa es observar y preguntar.

Sea como fuere, que no nos invada la preocupación. Jugar solo/a fomenta la creatividad, la fantasía y la toma de decisiones y nos ayuda a acontecer más independientes y autónomos... A menudo se llama que cuando un niño o niña es capaz de jugar largos ratos solo es que tiene un mundo interno muy rico. Seria interesando acercarnos a observar también su juego, puesto que nos dirá grandes cosas de este mundo interno del niño.

Ahora bien, si el niño o niña a partir de los  4 o 5 años juega solo o suela siempre, tiene problemas en el momento de interaccionar con los otros niños o niñas, problemas con el lenguaje o la comunicación, y sospechamos que el juego en solitario podría ser no tan una elección sino una forma de evitar la socialización con otros niños, no siendo capaz de hacer amigos, etc. habría que poner atención y hablarlo con la escuela para averiguar si ellos han observado el mismo. Si así fuera, sería recomendable hacer un seguimiento más escrupulós del niño o niña, valorando que si este comportamiento se mantiene en el tiempo, la posibilidad de hacer una consulta con un profesional externo o con  el EAP desde la misma escuela.