La Semana Santa cuenta con una gastronomía propia. Además de las tradicionales monas, las monas de chocolates y las torrijas, uno de los platos de cuchara más tradicionales de estos días es el potaje de garbanzos con bacalao. Este completo plato, que se puede comer como plato único, aporta energía con las legumbres, fibra a través de las verduras y las proteínas del bacalao. Por este motivo es bueno y nutritivo para toda la familia: desde los niños hasta la gente mayor.
Ingredientes:
- 400 gramos de garbanzos
- 300 gramos bacalao fresco
- 200 gramos de espinacas
- 2 cebollas
- 3 dientes de ajo
- 2 huevos
- Una rebanada de pan frito
- Aceite de oliva
- Sal y pimienta al gusto
- Medio vaso de vino blanco
- Avellanas al gusto
Elaboración:
- En una olla pondremos a cocer los garbanzos que se habrán hidratado durante toda la noche con un poco de sal y unos granos de pimienta negra. Los garbanzos se tienen que cocer a fuego medio durante una hora y media hasta que el garbanzo tenga la textura deseada. También podemos optar por comprar garbanzos ya cocidos.
- En una sartén haremos el sofrito. Para hacerlo, pondremos un poco de aceite de oliva y doraremos el ajo, un vez dorado lo retiramos e incorporamos las cebollas picadas hasta que queden bien sofritas, finalmente pondremos las espinacas.
- Pondremos los huevos a hervir durante 9 minutos, los pelamos y los reservamos.
- En la misma sartén añadiremos el vino blanco y pondremos el bacalao hasta que se haga, en el último momento añadiremos los garbanzos.
- Para acabar haremos una picadura con uno de los dientes de ajo, la rebanada de pan frito, las avellanas y un poco de aceite de oliva virgen. Tiraremos por encima del guiso la mezcla junto con los huevos cocidos y cortados por el medio.