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El curso escolar 2020/2021 en Cataluña estará marcado por aulas con grupos reducidos, salidas en el patio escalonadas en grupos y sin aglomeraciones, pruebas PCR masivas y el uso obligatorio de la mascarilla.
El consejero de Educación, Josep Bargalló, ha detallado el mediodía de este martes a la comparecencia después del Consejo Ejecutivo extraordinario que la mascarilla será obligatoria a partir de Secundaria y que en el caso de la Primaria, cuando la situación epidemiológica del territorio lo exija.
Las entradas y salidas serán escalonadas y los centros tendrán que tomar la temperatura del alumnado para detectar posibles casos y que cada centro será el responsable de cómo llevarlo a cabo. "La distancia, la mascarilla y la higiene" entre los alumnos serán las principales medidas a seguir, ha afirmado el consejero. Del mismo modo, ha admitido que la ventilación y la limpieza son claves, y ha aconsejado que "cuanto más actividades lectivas al aire libre mejor".
La consejera de Salud, Alba Vergés, ha explicado que el control de síntomas también será clave a la gestión de la pandemia. "Nos tenemos que autovigilar y no traer a los niños en la escuela en caso de presentar síntomas en el día o durante los 14 días que se pueden presentar y sobre todo, avisar en el centro", ha detallado.
Por otro lado, ha recordado que se harán 500.000 pruebas PCR desde el 15 de septiembre al 15 de noviembre a las escuelas de toda Cataluña, tanto a alumnas como personal del centro, y se iniciarán por características poblacionales y sobre todo en aquellos donde la pandemia está teniendo más incidencia.
Desde el Gobierno han querido afirmar que se abren las escuelas para "garantizar el derecho en la educación de nuestro alumnado y para educar, formar y porque somos un servicio público". Además, a pesar de la anormalidad aseguran que los centros "no se cerrarán en ningún caso".
