En verano los pies sufren un calor excesivo, un calzado que no siempre es lo más apropiado y demasiada humedad. La humedad puede comportar la aparición de hongos, que podemos prevenir seamos niños o adultos siguiendo los siguientes consejos avalados por expertos.
- Andar descalzo en zonas comunes el menor tiempo posible, sobre todo en piscinas o duchas
- Reducir la humedad del pie
- Tirar los zapatos viejos
- Mantener las uñas cortas
- Tener una correcta rutina de higiene
- No compartir calzado ni toallas
- Hidratar bien la piel de los pies
- No utilizar zapatos cerrados, sino calzado bien ventilado