¿Cómo se debe tratar la congestión nasal en el embarazo?

La congestión nasal no complica la respiración durante el parto, y en pocas ocasiones acaba en hemorragia

La congestión nasal es una de las afecciones más comunes. Afecta las vías respiratorias altas y se puede dar durante la gestación. Acostumbra a estar presente a partir de la cuarta semana de gestación, aunque hay mujeres que la manifiestan desde los primeros signos de embarazo.

La congestión nasal no complica la respiración durante el parto, y en pocas ocasiones acaba en hemorragia.

La congestión nasal en el embarazo se puede tratar aplicando un suero fisiológico a través de los conductos nasales y con la ayuda de un humidificador capaz de aliviar la congestión nasal. Evitaremos sonar con fuerza la nariz y la medicación más eficaz son los antihistamínicos y los corticoides, aunque durante el embarazo tendrá que ser un médico el encargado de recetar la medicación correcta evaluando posibles riesgos.