Como hablar con los más pequeños del abuso sexual y la pederastia

Los adultos acostumbramos a obviar este tema porque nos resulta extremadamente difícil

Hay temas que son tabú y que en las casas y en las escuelas cuestan mucho de abordar. La muerte y el sexo son los ejemplos más claros y a pesar de saber del cierto que tanto una cosa como la otra forman parte de la existencia humana, son temas que no sabemos como enfocar.

Hoy nos centraremos en la pederastia, porque cada vez tenemos noticias de más casos y porque nos esgarrifa la cantidad de información que nos llega al respeto. Los adultos acostumbramos a obviar este tema porque nos resulta extremadamente difícil hablar de sexo con los más pequeños cuando todavía lo son y ente violenta hacerlo cuando ya son más grandets. Esto no ayuda a las criaturas a tener una idea clara que hay que hacer si alguna vez se encuentran ante un hecho que los pueda afectar sexualmente.


Sin ánimos de ser catastrofistas, expondremos unos datos que hacen poner los pelos de punta y que nos demuestran que tenemos que hacer algo al respeto:

  • 15 de cada 100 menores sufren abusos y sólo 1 llega a conocimientos de la policía.
  • En el Hospital de San Juan de Dios ha habido que crear una Unidad especial de abuso sexual infantil.
  • El Síndico de Agravios ha publicado un informe sobre el abuso sexual en Cataluña.
  • La Fiscalía admite que las agresiones sexuales cometidos por menores se han incrementado de forma exponencial los últimos años.
  • Más de la mitad de abusos que sufren los niños están ocasionados por personas cercanas al ámbito familiar directo de las criaturas.
  • La mayoría de abusos que se han producido en centros educativos han pasado desapercibidos o se han ocultado.
  • El mismo Papa Francesc ha reconocido que "Nunca ningún esfuerzo será suficiente para reparar el mal producido a las víctimas de pederastia sufridas en el seno de la iglesia".

Todo ello resulta impactante, escandaloso y terriblemente inadmisible y nos tiene que obligar a actuar. No podemos dejar a los más pequeños en manso de las estadísticas. Es por eso que se hace imprescindible hablar con ellos de la forma más clara y contundente posible desde muy pequeños. A continuación os dejamos unos cuántos consejos que os pueden resultar útiles:

  1. Cualquier momento de intimidad a casa (cuando se duchan o se ponen el pijama) puede resultar adecuado para hablar con naturalidad del cuerpo.
  2. Hay que explicarlos que su cuerpo es suyo y que por ningún concepto lo tienen que enseñar a nadie, en especial el culo, la vulva o el pene.
  3. Que los quede claro que sólo ellos, y un médico cuando están enfermos y presencia de los padres, los pueden tocar el cuerpo.
  4. Explicarlos que si alguna vez alguien, pequeño o grande, quiere jugar con su cuerpo, los tienen que decir que no, aunque los otros se pongan tristes o se enfaden.
  5. Recordarlos que tienen que explicar al padre o la madre cualquier situación que los incomode. Poner ejemplos: "A mí una vez un señor me dijo que por qué no me subía la falda y yo le expliqué a la abuela porque no me gustó".
  6. Respetar el hecho que no quieran hacer besos o hacer abrazos a la gente.
  7. Cuando son más grandets, explicar la existencia de los pederastas y el peligro que supone el anonimato a las redes.
  8. Explicarlos que no vale el chantaje ("si haces tal cosa te daré un juguete"), ni el sentimiento de culpa ("si no me tocas es porque no me estimes")


En definitiva, hay que hacerlos conscientes que ellos mandan sobre su propio cuerpo y que ABSOLUTAMENTE NADIE, ni de la familia, ni de fuera, tiene ningún derecho a tocarlos nunca.
Urge encontrar la manera de hacer entender a los niños desde muy pequeños, que el sexo, a pesar de ser una parte inherente de la esencia humana NUNCA se tiene que experimentar por imposición o coacción y, sobre todo, NUNCA se tiene que dar entre un niño y un adulto, por mucho que este sea un referente o una persona cercana.
Está claro que la educación sexual a la ESO es necesaria e imprescindible y sabemos que funciona bastante bien; pero también se ha demostrado que muchas veces llega tarde. ¿Sería posible y/o adecuado abordar este tema en las aulas de Infantil y Primaria? ¿Resultaría contraproducente? Quizás habría que abrir un debate para ver qué hagamos.
Ignoro cuál puede ser la mejor fórmula para tratar este tema, pero las estadísticas son escalofriantes y está claro que no podemos quedarnos con los brazos cruzados ante el baño de realidad innegable que nos rodea y que nos llega de forma contrastada a través de varios medios de comunicación.
La primera piedra hay que ponerla desde casa, pero está claro que desde las escuelas e instituciones tenemos que hacer algo para contribuir a desterrar esta lacra de la sociedad que nos rodea. Mientras tanto, habrá que educar a los niños y niñas y darlos herramientas para reconocer y rechazar conductas sexuales reprobables que los pueden resultar claramente perjudiciales.