Galetes de Torró- Pares i Nens

La receta que os traigo es de aquellas que me encantan porque es una receta de aprovechamiento. Podremos dar salida al turrón que nos ha sobrado de la Navidad y que ya empieza a estar demasiado seco, y a la vez haremos una merienda buenísima y muy sencillo de hacer en el que los pequeños pueden ayudar prácticamente en toda la elaboración.

Ingredientes:

  • 100 gr de mantequilla (temperatura ambiente)
  • 50 gr de azúcar
  • 200 gr de turrón de Jijona (si tenéis algo más o menos no pasa nada)
  • 250 gr harina tamisada
  • 1 huevo

Mezclamos la mantequilla con el azúcar hasta que este quede deshecho.

A banda, triturem con un cuchillo el turrón. Lo añadimos a la mezcla de la mantequilla y lo removemos hasta que quede integrado.

añadimos el huevo que habremos batido un poco antes, removemos bien, y finalmente añadimos la harina, que habremos tamisat antes para evitar que queden grumos.

Cuando esté todo muy ligado estiramos la demasiada entre dos láminas de papel vegetal (de horno) hasta que tenga un grueso de medio centímetro aproximadamente; la ponemos con los mismos papeles de horno encima de una bandeja, y la pasamos a la nevera durante una hora como mínimo. Este paso es importante para conseguir que las galletas mantengan la forma cuando las metemos al horno.

Cuando ya haga el rato treiem la demasiada de la nevera y cortamos las galletas con cualquier cortador que nos haga gracia. Si no tenéis ninguno, no pasa nada! Podéis usar un vaso o un cuchillo para darlos la forma que quered. La demasiada que os sobre la volvéis a estirar y seguís cortante galletas hasta que no os quede nada. Recordáis que la demasiada tiene que ser fría cuando la metéis al horno, así que no dudáis a volverla a la nevera mientras vais tirando otras fornades.

Ponemos las galletas al horno que habremos pre-calentado antes a 180ºC, unos 10 minutos, temperatura arriba y abajo. Sólo una bandeja cada vez! Estarán cocidas cuando los bordes se empiecen a tostar levemente.

Cuando estén las treieu y si podéis, las dejáis enfriar encima de una rejilla para evitar que se humedezcan. Cuando estén frías las podéis guardar adentro de una caja de lata o coméroslas! En casa han volado!!